Mujeres del Abya Yala, reunidas en 2022 en Guatemala, como parte de las acciones de lucha y resistencia en el presente siglo.

Conmemoran a las mujeres indígenas de El Salvador y piden al Estado dignificarlas por su aporte cultural 

Texto y fotografía Iván Escobar / EC

Las mujeres indígenas en El Salvador deben ser reconocidas dignamente y valoradas por la riqueza cultural que poseen, debemos dejar de recordarnos de ellas, en fechas que en su mayoría emanan a partir de hechos trágicos, es la conclusión que se extrae del Conversatorio: “Luchando por el agua desde la matriz de la tierra”, organizado por la Federación de Pueblos Originarios del Sur (FPO-Sur).

La actividad se desarrolló el recién pasado martes 5 de septiembre, en el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena, que se conmemora en esta fecha cada año, en recuerdo a la represión y crimen contra Bartolina Sisa, mujer Aymara y guerrera ancestral, nacida en 1750, que defendió y luchó a su pueblo por sus derechos.

La fecha se adoptó desde 1983, en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América reunido en Tihuanacu (Bolivia).

La Federación de Pueblos Originarios trabaja en los territorios y comunidades de los departamentos de San Salvador, La Paz, Cuscatlán y Cabañas, entre otros como parte de un esfuerzo por rescatar y visibilizar el trabajo de las poblaciones originarias de la zona, que por muchos años han estado excluidas y marginadas.

En ese sentido, Margarita Durán, representante de la FPO-Sur destacó la necesidad de dignificar a la mujer indígena, pero pasar de las palabras a los hechos, no limitarse a otorgar reconocimientos o títulos meramente, sino valorar los saberes y conocimientos, aportes y trabajo que hacen hasta hoy en días las abuelas en los diferentes territorios.

“Hay mujeres artesanas, parteras, agricultoras, sanadoras, guardadoras de nuestra palabra, el náhuat…las abuelas ahí andan trabajando aún avanzadas en años, porque no tienen otra opción”, puntualizó.

Enumeró que una reivindicación a los derechos de las mujeres indígenas, por parte de la sociedad y el Estado salvadoreño sería: “dignificar y reconocer su aporte como guardianas y protectoras de nuestra lengua ancestral, el Náhuat; un reconocimiento digno a las parteras, mujeres entregadas y dadoras de vida de muchas generaciones…El Salvador debe saldar esa deuda, para ello hay que garantizar la pensión vitalicia para las abuelas que han sido las guardianas de innumerables saberes ancestrales, y que hoy viven en la extrema pobreza y marginación; debe garantizarles el derecho a la salud y atención médica digna, vivienda y bienestar”, destaca la Federación.

Al tiempo que urge que el Estado salvadoreño ratifique a la brevedad el Convenio 169, así como el Acuerdo de Escazú, instrumentos internacionales que darán un respaldo en la lucha y defensa de los territorios ancestrales, donde vive gran parte de la población originaria.

“Reconocer la lucha y la vida de nuestras mujeres es necesario”, concluyó durante, en el encuentro que reunió a mujeres de diversas partes del territorio, y asistentes en general a la jornada.