Los tres escenarios del Teatro, desde el punto de vista del artista y director teatral Luis Antonio Fuentes

Entrevista Néstor Martínez / EC

Fotografía cortesía Alboroto Teatro y René Figueroa

Desde hace un tiempo el Teatro en El Salvador tiene un auge manifestado en muchas puestas en escena, asistencia del público, y, por supuesto, la calidad actoral que trasciende las fronteras. Estos tres escenarios son explorados en esta conversación con el director, actor, escritor teatral Luis Antonio Fuentes, para quien el Teatro es «cuasireligioso» y tanto que « que no se puede hacer otra cosa y no se puede disfrutar más que haciendo feliz a otro a través del Teatro, allí existe la magia, es mi vida, es mi todo», dice al bajar el telón de la plática.

– Hay mucha actividad en el Teatro, ¿ a qué crees que se debe este auge del Teatro?

Creo que el gremio artístico independiente, quizá sin temor a equivocarme, desde hace unos 10, 15 años, hacia adelante, hacia la actualidad, se dio cuenta de que producir sin la necesidad de que el gobierno le dé dinero es lo primordial, entonces como que priorizó de dónde sacar dinero y ordenarse legalmente para poder recibir donaciones o recibir dinero para producir y montar sus propios espectáculos, de cara también hacia la visualización de ong’s u otras plataformas del exterior, que están ayudando a la producción y coproducción de estos dichos espectáculos, por eso ha proliferado un poco más el hecho teatral en sí, se ha acrecentado. También creo que es un cambio generacional, creo que las nuevas generaciones o los nuevos chicos que están siendo formados en los talleres y/o otras plataformas del exterior han como tomado en serio el trabajo del actor y el trabajo del colectivo teatral para poder crear y fomentar la industria y/o la palestra teatral. Esto es bien importante, si usted se fija en los últimos trabajos, casi los últimos cinco años, han sido colectivos meramente de chicos nuevos que están apostando a la materia digitalización del hecho teatral al merchandising a nivel de las plataformas y por eso es más visible todo el mercado teatral.

– También me he dado cuenta que la gente está asistiendo al Teatro, y en ese sentido también tiene bastante promoción el Teatro.

Esta nueva revolución industrial o virtual, llamémosle así, nos ha dado como nuevas herramientas, porque hay que pensar que los colectivos teatrales son pequeñas Pymes, son pequeños emprendimientos que deberían apostárseles para que generen ingresos, desde esa perspectivas, creo que, accesar a las plataformas digitales ha venido como a engrandecer y/o diversificar, masificar el trabajo de los pequeños colectivos que ahora en día son los que están alimentando todas las carteleras de los teatros, tanto nacionales como privados, entonces sí creo que desde ese punto, desde esa brecha, la gente sí se está dando cuenta que hay actores y actrices en El Salvador dice «vamos a verlos», hay un buen mercado hay una buena calidad de Teatro en mi país, la gente está avocándose a ese llamado que los colectivos están teniendo, de esa transmutación, de solo ir al periódico a ver si nos publican, ir a taquilla el día sin pensar que nos pueden llegar a comprar o no, ahora ya hablamos de la preventa, las personas que están en redes sociales pueden accesar a un link para entrar y decir «yo quiero pagar con mi tarjeta de débito o de crédito este espectáculo», entonces aquí es cuando vemos que se ha masificado un poco el hecho, el ver y el hacer Teatro.

– ¿Eso significas que se ha mejorado la calidad del Teatro o es un público que responde a una moda?

No. Sin temor a equivocarme, quizás antes de la pandemia, en los últimos cuatro años he tenido mucho acercamiento con el Teatro centroamericano y esa es una virtud que los compañeros de México y Centroamérica tienen como referencia. Si vamos a Guatemala, la Escuela Nacional de Arte Dramático, que son amigos y colegas míos, nos dicen «nosotros tenemos de referencia a El Salvador, muy buen Teatro, cada vez que vienen a Guatemala nosotros nos quedamos con uy buen sabor de boca». Honduras, con el Festival Bambú, del Colectivo Bambú, es uno de los más antiguos de toda Centroamérica, generalmente tiene dos o tres espectáculos salvadoreños en su festival, que siempre tienen un buen sabor de boca. Hemos visitado los festivales de la Universidad de Costa Rica, en el Centro de la Cultura de Grecia, y hemos sido agasajados por nuestras puestas en escena, y también hemos bajado al [Teatro] Rubén Darío en Nicaragua y la gente ha asistido con muy buenas críticas al Teatro salvadoreño. Nosotros tenemos un gran legado de los profesores que han ido a formarse al exterior: al avieja URSS, Suiza, Francia y que han venido a enseñarnos todas esas técnicas que hoy en día, algunos de nosotros tenemos la virtud de salir del país a estudiar Artes Escénicas para fortalecer eso. ¿Qué indica esto?, que nuestras simientes teatrales siempre han sido buenas, desde el Centro Nacional de Artes (CENAR), centro de estudios máximos de arte de nuestro país, tuvo muy buenas simientes y muy buenas técnicas actorales referente a los métodos, desde esta perspectiva podemos decir que nuestros espectáculos, casi siempre, en cuanto al Teatro profesional son muy buenos, tenemos muy buenas actrices y muy buenos actores, y ahora que ha escalado también a muy buenos dramaturgos y escritores del Teatro.

– En ese marco que me describís del Teatro, ¿cuál es la propuesta de Las Pericas que es la obra que ustedes están impulsando estos días?

Esta es la tercera vez que yo he intentado montar Las Pericas, lo he intentado... hace siete años. Conocí al Maestro Nicolás viajando a Colombia, donde estudié licenciatura en Artes Escénicas, con énfasis en Teatro, y él me dio una Master Class. El Maestro Nicolás Dorr es uno de los fundadores de la Compañía Nacional del Teatro de Cuba, él me dio una Maestría sobre Dramaturgia , y yo pasé a hacer un ejercicio escénico de la dramaturgia para el actor y después del ejercicio y de la clase, él me dijo «tengo una obra que escribí cuando tenía catorce años y quiero que tú la leas y que la trabajes». El Maestro murió tres años después y nunca pudo ver mi puesta en escena, entonces era una deuda histórica que yo tenía con ese profesor de montar su propuesta. ¿De qué habla Las Pericas? Nosotros como colectivo, como grupo, tenemos tres pilares fundamentales que hablar, que son problemas latinoamericanos: el primero es las familias disfuncionales, eso es un factor común en toda Latinoamérica, tenemos familias disfuncionales que nos peleamos por todo y por nada, tanto así que hasta ha sido motivo de separación y desintegración familiar. El otro hecho generador es algo de lo que casi no se habla. Hablamos mucho de la violencia que ejerce el hombre hacia la mujer, pero hay un tabú en hablar de la violencia que se ejerce entre las mujeres, entonces hablamos sobre esa otra línea; y un tercer elemento es la lucha de poderes. Cómo en una familia se puede dar la lucha de poderes, tanto así que estamos dispuestos hasta asesinar por querer tener un objetivo. Recordemos que el Teatro siempre ha sido así, de vida o muerte. Esas propuestas han sido muy bien recibidas a nivel centroamericano y a nivel de El Salvador. Tenemos un libro que después de cada función se lo dejamos al público para que anoten los comentarios, tanto buenos como malos, aquí hay que ser honestos, porque el Teatro es trabajo de honestidad, y sin temor a equivocarme, quizás el 80 o 90%, han sido «esto pasa en mi familia», «esto me pasó a mí», «mi familia me mató por la lucha de mi casa», entonces eso es de lo que hablamos, porque el Alboroto Teatro cree y es fiel, asiduo y pensante de que el Teatro, aparte de entretener también educa. ¿Y cómo se amalgama esto? Estamos con el concepto del Teatro del Esperpento, la Farsa como concepto, y bajo técnica actoral hemos utilizado una técnica muy antigua en la que los hombres ejercían roles femeninos porque les era prohibido subir a escena, eso es muy griego y también es algo muy particular del Teatro Isabelino, pero en esta ocasión, como dice el Maestro Nicolás, estas mujeres son tan decrépitas que necesitan una energía andrógina, entre lo masculino y lo femenino para que exista, este es un prejuicio, un trabajo de investigación que el Maestro Dorr dejó, y la única chica que está en escena es la hermana menor, Rosita. Como Felina, Panchita y Serafina pelean entre ellas por la lucha del poder tratando de matar a un personaje ausente: Armando.

– Es la lucha de poder dentro de la familia, ¿se puede extender a la sociedad?

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. El Teatro es tan rico que usted lo puede llegar a ver y una persona entendió una cosa, el otro entendió otra cosa, aquel entendió otra cosa y puedes decir «esto está pasando en mi oficina», «¡hey! yo trabajo en tal dependencia y allí pasa esto», asi que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

– Aquí me confundí: el Teatro del Esperpento es una propuesta y la ejecuta el Teatro del Alboroto...

... así es. El Teatro del Esperpento en sí es una estética, un concepto.

– Me llama la atención que mezcla la Farsa y el Absurdo, lo que requiere mucha habilidad.

Absolutamente. Poner la palabra precisa en el preciso momento pueden pasar dos cosas: o se entiende el objetivo o se cae en el chiste barato, que esta obra no lo tiene. Si usted se ríe en una Farsa no es porque sea Comedia, sino porque le tocó algo sensible a usted que dice «¡por un demonio eso me pasó a mí», porque la Farsa habla de ridiculizar hechos concretos de la realidad y hacerlos caricatura. En el momento en que usted los caricaturiza y les da vida, prioridad a eso, usted se ve identificado, en ese sentido está la Farsa. La Farsa y la Comedia son hechos totalmente diferentes...

– ... y el Absurdo...

y el Absurdo totalmente. Generalmente el Absurdo y la Farsa se alimentan el uno del otro...

–... son compadres hablados...

...¡exacto!

– Hay una cuestión que me llama la atención: ¿está por estrenarse la obra o ya fue estrenada?

Estamos en nuestra séptima temporada. Eso es lo curioso del Teatro en El Salvador: nosotros tenemos un año de estarnos presentando y cómo cuesta que los medios de comunicación le den una apertura tan grande al hecho teatral. Eso cuesta tanto que quizás es uno de los talones de Aquiles del por qué no tenemos un ambiente mediático/artístico, llámemelo así, porque en el país prepondera la noticia política, económica y social más que la cultural, es como un recurso último. Nosotros ya hemos viajado por parte de Centroamérica y regresamos al país para la séptima temporada en el Teatro Chaplin, allí en Santa Tecla. A finales del año tenemos pendiente viajar a Guatemala para cerrar nuestro proyecto de la gira centroamericana con la obra. Tendremos una pequeña temporada de tres días con el Teatro Chaplin, el 25, 26 y 27 de agosto, viernes y sábado a las 7 de la noche, y el domingo a las 5:30 de la tarde. Nos pueden encontrar en la redes sociales como Alboroto Teatro. Hay un link para la preventa de esta temporada de U.S.$ 8, y el día del evento U.S.$ 10. Hay un dato curioso con estos precios de entrada: hace por lo menos unos tres años, el boleto o ticket de entrada, generalmente era de U.S.$ 5, hoy el artista está diciendo a gritos «¡ya no nos alcanza! necesitamos comer», pero este es un factor común en todos los grupos de teatro a nivel centroamericano. Hemos incrementado la entrada porque verdaderamente nos cultivamos en entender el proceso productivo de la obra, valorar el resultado, y darnos cuenta de que al final, el vender en tan pequeño o poco precio el resultado, ¡caíamos en pérdidas!...

– ... por lo menos hay que sacar lo del gasto...

... por lo menos pagarle a los actores aunque nos quedemos de nuestros bolsillos pagando la gasolina para el transporte.

– En ese sentido, el Arte en general, cualquier rama artística, tiene problemas económicos.

Este es un acto intelectual que poca gente valora, pero tenemos fe que el pueblo salvadoreño será muy culto, esperemos que sí.

– Recopilando los dos escenarios, vamos al tercer escenario, ¿cuál es el futuro del Teatro?

Lo veo en dos ámbitos: primero el académico. Urge de manera preponderante, importantísimo, la Academia. Actualmente solo una universidad tiene el estudio de Teatro y a nivel técnico de una universidad privada, por el área de Santa Tecla, que tiene el Técnico en Arte Dramático, pero el Alma Mater de nuestro país tiene el pensum para estudiar Teatro desde 1980 y por alguna extraña razón nunca se aperturó esa carrera, ya sea porque no hay infraestructura, porque los profesores tienen que venir de afuera. Hoy en día ya habemos actores estudiados fuera del país, con título, y ya no podría ser como una excusa no abrir esa carrera. Hay que sistematizar los procesos de los actores salvadoreños, hay muchos actores que no han sido formados y que encontraron su propio método actoral, eso no ha sido investigado, si no se investiga todas esas perlas y todas esas cosas, todos esos actores que tienen talento, se quedan en una forma de taller, hasta allí. Por otro lado, es importante para el futuro del Teatro que se abran nuevos espacios para las presentaciones. Aquí, en el país, en uno de los espacios privados solo se pueden presentar amigos de los amigos, los otros dos espacios privados están abriendo brecha, de hecho en uno de esos espacios privados es en el que voy a tener la temporada, que está visualizando en abrir a todos los grupos del país, que tengan buena calidad, que estas producciones siempre se mantengan en cartelera, que siempre haya una temporada de Teatro porque solo de esa manera el público se va a educar y decir «este fin de semana, los viernes de Teatro o los sábados de Teatro». Después del café o de que lea mi libro, me voy a ver Teatro, de esa manera podemos tener un futuro. Entre más espacios teatrales haya y aperturemos, más gente habrá viendo Teatro, por lo tanto la historia del Teatro, a nivel nacional, siempre perdurará. Lo otro es que hay que fomentar y educar el amor al Arte en el sistema educativo desde pequeños, ¿por qué? porque van a pasar dos cosas: va a crear un niño integral, sensible a lo que pasa en su mundo exterior, y psarán dos cosas: una, que le guste el Arte o dos, que le guste el Arte pero que sea público.

–... sin dejar de lado entrenar periodistas para la crítica...

...¡esto es un hecho totalmente adyacente! Cuando hablamos que el Teatro no puede morir, y entre más espacios haya para presentarse, estamos hablando que allí no morirá el iluminutécnico, no morirá el escenógrafo, no morirá el artista de fotografía, no morirá el dramaturgo, no morirá el periodista, porque el Teatro es un hecho, un trabajo, en conjunto, y entre más en conjunto sea, mejor es el engranaje para que esto exista.

– Ya bajando el telón, Luis Antonio Fuentes, ¿qué es el Teatro para vos?

El Teatro es mi forma de vida, esto es cuasireligioso, hay que respirar, comer, vivir del Teatro. Es que no podría hacer otra cosa en el mundo más que Teatro, y allí es donde existe la profesión, cuando usted sabe que no se puede hacer otra cosa y no se puede disfrutar más que haciendo feliz a otro a través del Teatro, allí existe la magia, es mi vida, es mi todo, respiro, como, hablo, en cualquier esquina veo arte teatral, ¿ve la luz de ese árbol? si me pongo abajo con el claro de sol, con esa inclinación eso es un cenital, hablemos allí, contemos lo que pasa alrededor, en todo está el método científico de la investigación, de la observación, y eso, uno como actor, lo aprende, pero solo pasa cuando nosotros estamos decididos a hacer y saber qué es lo que queremos en la vida. 

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Nota del redactor:

Ong’s: Organizaciones no gubernamentales.

Pymes: Pequeñas y medianas empresas