Consagran altar en defensa del Tunal Yucan (Cerro San Jacinto)

Texto y fotografía Iván Escobar / EC

La amenaza de proyectos urbanísticos, viales o de carácter extractivistas están presentes en el territorio salvadoreño cada vez más, bajo el argumento del desarrollo, por ello, habitantes de las colonias San Roque y Esmeralda, entre otras agradecen a la Federación de Pueblos Originarios del Sur (FEPO-Sur), el acompañamiento y consagración del altar sagrado en defensa del Tunal Yucan, como era conocido en el pasado el Cerro de San Jacinto, al sur de la capital de El Salvador.

En el marco de la Semana de la Resistencia Indígena, Negra y Popular del Abya Yala, la FEPO-Sur programó la ceremonia de consagración del altar junto con pobladores de la zona, así como con la presencia de sacerdotes mayas y autoridades ancestrales que llegaron desde Guatemala, en calidad de testigos al histórico acto.

Manuel Fernández, de la Federación destacó la participación activa de la comunidad, y agradeció la apertura de la misma para dar vida a este espacio “que desde hoy se consagra en favor de la vida y la protección de nuestro abuelo, el Tunal Yucan”.

Cabe destacar que el Cerro de San Jacinto, el cual está compuesto por dos cerros: El Amatepec y el Soyatepec, esa una zona de reserva acuífera y boscosa al sur de la capital de San Salvador, por lo tanto ha estado en riesgo de ser mutilado o afectado con diversos proyectos urbanísticos, así como viales, como la intención de administraciones pasadas, que intentaron construir un anillo periférico en la zona, cuya parte es la que se escogió este sábado 14 de octubre para consagrar el altar.

El Cerro sí está en riesgo

Rafael Moreira, habitante de San Jacinto, recordó cómo hace más de una década atrás, se unieron varias colonias y comunidades de la zona de San Jacinto, en defensa del Tunal Yucan. “Fue la misma población la que se opuso, incluso no dejamos que los tractores entraran a destruir el bosque”, recordó. Pero la vulnerabilidad continúa.

Y es que a pesar, de que con esa lucha, las poblaciones de Soyapango y San Salvador lograron en ese momento que la alcaldía capitalina aprobara una ordenanza de protección al Cerro, esto hoy puede variar.

“La ganancia de esa lucha es que hay una ordenanza municipal, la ordenanza actualmente está (vigente) en San Salvador y Soyapango…pero con esto que está haciendo el gobierno (central) de unificar los municipios y al llamar a San Salvador como distrito, esa defensa ganada legalmente la vamos a perder”, consideró.

Esta preocupación está presente entre los pobladores, quienes consideran que sería un daño grave permitir obras urbanísticas o mega proyectos viales, que destruirían el ecosistema, y generaría mayor vulnerabilidad en la zona.

Una protección desde la ancestralidad

La FEPO-Sur desde el desarrollo de la semana de la Resistencia, y con apoyo de las comunidades y colonias de San Jacinto, así como las organizaciones e iglesias que integran la Caminata Ecológica, programaron la consagración de un espacio en el cerro, con el fin de recordar la historia del mismo, “y el valor que tiene que dársele, así como lo hicieron nuestras ancestras y ancestros que velaban por la armonía, hay que tener claro, que las abuelas y abuelos sabían que no había cerro sin laguna, ni laguna sin cerro, y al oriente tenemos el Xilopan (Ilopango)”, recordó Fernández.

Desde la ex Casa Presidencial, marcharon el sábado 14 de marzo bajo la enseñanza de la ancestralidad que practican nuestras poblaciones originarias, se llegó hasta el Cerro para consagrar el altar, que hoy es un punto de encuentro para sus pobladores y así garantizar la vida.

“No es por capricho que andamos consagrando lugares, como creen algunos. Estamos tomando consciencia con la gente de la urgente necesidad de defender nuestra madre tierra, de defender nuestra casa común”, aseveró Fernández. La FEPO-Sur ha acompañado en los últimos meses a pobladores y organizaciones que luchan por la defensa de la tierra, es así que se han consagrado altares en el Cerrito de Quezaltepeque, y en el Lago de Xilopango.

Una semana llena experiencias y aprendizaje

Del 7 al 14 de octubre se llevó a cabo, la Semana de la Resistencia Indígena, Negra y Popular organizada por la FEPO-Sur, contando con diversas actividades virtuales y presenciales.

Es así, que se contó con la participación de organizaciones indígenas de Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Uruguay, Perú, Colombia, y pobladores de varias comunidades de nuestro país.

Los organizadores se mostraron optimistas, por la respuesta a la convocatoria, de Guatemala se esperaban más participantes pero la situación de crisis social que vive el vecino país no lo permitió. No obstante, se abordaron importantes temas como: participación de las comunidades indígenas, la necesidad de la organización y unidad, el rol de las mujeres indígenas, el resguardo de los lugares sagrados y protección de saberes, el tema de la tierra, entre otros.  

Con esta semana de la Resistencia, la FEPO-Sur espera que las comunidades originarias sigan organizándose y defendiendo sus derechos, al tiempo que exigen que el Estado salvadoreño, ratifique el Convenio de 169 de la OIT, y suscriba el Acuerdo de Escazú, importantes instrumentos internacionales.

Las jornadas incluyeron foros virtuales, donde dirigentes de organizaciones sociales, de pueblos originarios, afrodescendientes, académicos y comunidades e iglesias han tenido presencia, discutiendo el tema de la Resistencia y a importancia del trabajo en unidad. “Vamos tejiendo, vamos creciendo, aprendiendo y compartiendo”, destacó Margarita Durán, de la FEPO-Sur.