Ramón D Rivas. Antropología en El Salvador. Recorrido histórico y descriptivo.

Texto María Eugenia Bozzoli Vargas

PhD en Antropología, Profesora Emérita de la Universidad de Costa Rica

En este libro el autor ha expuesto en seis capítulos (a) su visión del desarrollo histórico de la antropología en El Salvador; (b) sus posiciones sobre la temática que debe ser abordada al presente para responder a las necesidades de la población; y (c) cómo hacer la disciplina significativa en el logro del bienestar del país. Cada capítulo se apoya además en sus respectivas listas de referencias bibliográficas. Contiene un amplio prólogo del historiador José Cal Montoya, acerca del trayecto de las Ciencias Sociales en El Salvador.

En su perspectiva amplia de la definición de la antropología como ciencia del ser humano, el autor examina las contribuciones de intelectuales salvadoreños y de las otras nacionalidades que en el país se han abocado “al estudio y descripción del otro inmerso en su amplio acervo cultural”. En el capítulo del recorrido de la antropología sociocultural, ilustrado con unos cuarenta retratos de los autores desde Sahagún y De Las Casas, pasando por los del siglo XIX como Carl V

Wilhelm Hartman, hasta los Lara Martínez, Mac Chapin y otros contemporáneos, Ramón D. Rivas relata la influencia de los cronistas, viajeros, etnólogos y lingüistas, antropólogos sociales y poetas. Entre los precursores nacionales más recientes, destaca, entre otros, a Santiago Ignacio Barberena, Arturo Ambrogi, Francisco Gavidia, Miguel Ángel Espino, María de Baratta, Tomás Fidias Jiménez. No omite tratar los controversiales, como David J. Guzmán Martorell. La galería incluye las recientes antropólogas como Concepción Clará de Guevara, Gloria Mejía, América Rodríguez y Ana Lilian Ramírez. No es omitido quien haya participado en una de tres corrientes, la folclorista, la etnohistórica y otra, la social y cultural; esta última es iniciada con “los estudios de repunte antropológico”: demografía, historia, geografía y literatura; sigue con “el trabajo etnográfico para definir una antropología social y cultural”; esta corriente social y cultural es de los siglos XX y XXI: la institucionalización de la Antropología en la academia; su influencia en las políticas públicas; la importancia del patrimonio tangible e intangible; los efectos de la globalización y otros temas que ha abordado la antropología salvadoreña.

En el capítulo “Arqueología en El Salvador: Recorrido histórico y descriptivo” el autor desarrolla su visión de la rama arqueológica de la antropología como herramienta o “método de estudio para saber del otro en tiempos pasados y presentes”. Igual que el recorrido de la antropología sociocultural, el arqueológico está ilustrado con las fotografías de estudiosos nacionales y extranjeros que han contribuido con el estudio del pasado en El Salvador. Un hilo conductor del capítulo es la Síntesis de la Arqueología de El Salvador, del arqueólogo yucateco Rafael Cobos, quien abarcó los aportes de eruditos entre 1850 y 1991. Después de esas fechas arriban arqueólogos japoneses quienes realizan trabajo de campo y también forman los primeros arqueólogos nacionales en la Universidad Tecnológica de El Salvador, cinco de ellos en el año 2000. Estos y otros profesionales formados posteriormente, así como arqueólogos de otros países, están ocupados en la arqueología prehispánica, la histórica, la industrial y la subacuática. Rivas analiza la relación del quehacer arqueológico con el Estado y sugiere modos de mejorar esa relación; también se extiende en la importancia de la rama arqueológica para la sociedad contemporánea salvadoreña.

Los capítulos, “familia y educación como ejes de socialización en El Salvador” y “En busca del otro y de la identidad nacional” recorren múltiples percepciones del autor y sus entrevistados en estos temas de importancia fundamental para la actualidad y para el devenir de El Salvador. Con base en la experiencia de su sociedad y de su disciplina antropológica, Rivas va señalando cómo familia, educación e identidad deben ser pensadas y abordadas, con urgencia, para el beneficio de la población salvadoreña. Uno de los fenómenos recurrentes como inquietudes de su pensamiento, es que el país exporta su ciudadanía.

El capítulo “Las inundaciones de junio de 1934 en El Salvador: una tragedia olvidada” será para el lector uno más que ilustra cómo los eventos de la naturaleza, lamentablemente asistida por el ser humano en estos desastres, han contribuido a formar actitudes particulares de los salvadoreños para enfrentar frecuentes experiencias de esa índole. Conviene no olvidar esos hechos ahora que Centroamérica, más que otras regiones en el planeta, enfrenta las adversidades del cambio climático.

Finalmente, “Retrospectiva y futuro en El Salvador” recoge el énfasis en la comunidad nacional que tiene toda la obra: ¿cómo lograr la solidaridad y la cooperación para que funcione? El funcionamiento y cultura de las entidades estatales en su relación con todo el pueblo debe cambiar; la sociedad debe confrontarse a sí misma y ser ella la que orienta el poder, no la clase dominante. El autor expone los males nacionales y concluye que una respuesta es la educación desde una metodología que involucre la investigación con la acción participativa, tomando como eje central la cultura según las definiciones clásicas brindadas por los padres de la antropología. Es de destacar en este libro el empeño de darle sentido a la antropología relacionándola con los retos actuales que enfrenta un país.

 

Ramón D. Rivas. Antropología en El Salvador. Un recorrido histórico y descriptivo. Segunda Edición, Editorial Universitaria. Universidad de El Salvador. San Salvador El Salvador. Mayo 2015. 297 páginas. Edición ampliada. Primera Edición. TecnoImpreso Editores. Universidad Tecnológica de El Salvador, 2012.